Con la entrega de diplomas acreditativos, los 65 jóvenes beneficiarios de la quinta edición de las becas HEBE Primera Oportunidad, convocadas por Diputación, han finalizado sus tres meses de prácticas en empresas de la provincia.
Este año, la entrega de diplomas se ha realizado en los Grupos de Desarrollo Rural (GDR), que junto con Diputación, con la colaboración de las empresas participantes, desarrollan el plan de empleabilidad que constituye la iniciativa HEBE (Huelva. Experiencias basadas en el empleo), en el que se incardinan estas becas.
La inversión por parte de la Diputación de Huelva para esta quinta convocatoria es de 154.000 euros, de los que 40.000 van dirigidos a la gestión de los GDR, y 113.400 para las becas (533 euros/mes por cada becario/a). Por comarcas, han sido beneficiarias el Condado, con 18 becas; El Andévalo, con 13; y Costa, Cuenca Minera y Sierra, con 14, 11 y 9 becas, respectivamente.
Las becas HEBE Primera Oportunidad, que en sus cinco ediciones han beneficiado a 461 jóvenes, fueron elegidas el año pasado por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) como “buena práctica innovadora y ejemplo de política pionera a poner en marcha”.
El Plan HEBE, puesto en marcha por Diputación en el año 2015 para impulsar la inserción profesional, el aprendizaje permanente y el fortalecimiento emprendedor de los jóvenes de la provincia, tiene varios ejes: el mencionado Primera Oportunidad, Inmersión lingüística, Eurobeca, Inserta y el recientemente iniciado Sector Minero, dirigido a promover la empleabilidad de los jóvenes en el ámbito de las industrias mineras.

En total, la Diputación de Huelva, a través de su Área de Desarrollo Local e Innovación Empresarial, y dentro del Plan HEBE, ofertó en 2019 102 becas dirigidas a la formación y empleabilidad de los jóvenes de la provincia, con una inversión total de la institución provincial de 330.820 euros.
De estas 102 becas, corresponden a Primera Oportunidad, 65, como se ha señalado; Inserta, 10 becas; Inmersión lingüística, 7 becas; Eurobeca, 5 becas; y Sector Minero, 15 becas en sus dos líneas: diez becas para la realización del Curso de Auxiliar Técnico de Topografía -ampliado a siete becas en una segunda convocatoria- y cinco para el Curso de Instalador de Telecomunicaciones
El pasado día 20 de diciembre nuestro socio fundador Manuel García Villalba, recibía de manos del Consejo General de Graduados Sociales de España la Mención de Honor al Mérito Social 2019. Un galardón que no deja de emocionarnos, porque conlleva el reconocimiento al trabajo de muchos años en pro delos menos desfavorecidos de Huelva.

Entre los galardonados, relevantes personalidades de los Tribunales y el mundo del trabajo
Los Premios al Mérito Social, que otorga el Consejo General de Graduados Sociales de España, se determinan entre aquellas personas o instituciones que han destacado por su actividad profesional relacionada con la Justicia Social.

Un momento del acto, con el Presidente del Consejo, Ricardo Gabaldón
Manuel García Villalba, Graduado Social Colegiado, Laboralista, especializado en Derecho del Trabajo y Seguridad Social y Master en Tributación, con 40 años de experiencia en el asesoramiento y gestión de Pymes, es Presidente Honorario del Colegio de Graduados Sociales de Huelva y ha sido el primer Presidente del mismo así como del primer Consejo de Colegios de Andalucía. Ha formado parte del Consejo General de Colegios de Graduados Sociales de España y miembro del Consejo Andaluz de Relaciones Laborales. Elegido, en septiembre de 2006 en el Congreso de Graduados Sociales, con motivo del 50 aniversario de la creación de los Colegios Oficiales de G.S. “Graduado Social Honorario de Andalucía ”. A su dilatada trayectoria profesional al frente de Asesoría Ofila Huelva se une el mérito de haber puesto en marcha, hace más de 20 años, el Economato Social Resurgir, del que se benefician anualmente más de 20.000 personas de la provincia en situación de vulnerabilidad.
¡Enhorabuena, compañero, y siempre adelante!
La superación del umbral del SMI percibido en el año natural es un indicador de la habitualidad, útil a efectos del alta de oficio en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos, pero es irrelevante cuando la actividad desarrollada con ese carácter consta por actos propios concluyentes y por activa intervención del trabajador ofreciendo sus servicios en el mercado.
Ante el alta de oficio en el RETA por parte de la TGSS, recurre el interesado oponiéndose a que pueda ser considerado un trabajador autónomo ya que para ello se requiere habitualidad, estableciendo la doctrina del Tribunal Supremo (TS 29-10-97) que el criterio del montante de la retribución para apreciar el requisito de la habitualidad está ligado a que dicha retribución supere el SMI en un año natural, sin que en los años 2015, 2016 y 2017 lo haya superado en cómputo anual.
Señala el tribunal que del concepto de trabajador por cuenta propia o autónomo, contenido en la normativa (D 2530/1970 art.2; L 20/2007 art.1.1), se deduce que hay que fijarse en la nota de habitualidad, entendida no como mera periodicidad, sino en el sentido de que el trabajo personal y directo debe ser cotidianamente la principal actividad productiva que desempeñe el trabajador (TS cont-adm 2-12-88).
Es cierto que la doctrina de la Sala IV del TS (TS 29-10-97) llega a la conclusión de que el criterio de la cuantía de la retribución es un criterio apto para apreciar el requisito de la habitualidad, y dicho lo anterior, la superación del umbral del SMI percibido en un año natural es un indicador adecuado de la habitualidad.
Hay otros factores para determinar la habitualidad
Ahora bien, como se ha expresado en algunos pronunciamientos, debe quedar claro que se trata de un indicador (no determinante), y que no es el único, pues hay otros factores que pueden confirmar esa habitualidad, tales como el reconocimiento expreso o tácito del propio sujeto afectado (TSJ Asturias cont-adm 25-2-19).
El montante de los ingresos no determina nunca la inclusión o exclusión en el RETA, no cabiendo la baja en el RETA por pérdidas o por tener ingresos inferiores al SMI, siendo la superación del SMI anual en la retribución puede ser un indicador adecuado de habitualidad pero nada impide la valoración global y circunstanciada, sin necesidad de estar ligado a la fuerza probatoria exclusiva y determinante o excluyente del solitario dato retributivo. El criterio retributivo tiene sentido y utilidad cuando se dispone el alta de oficio respecto de quien no está dado de alta en el sistema en régimen alguno y donde la carga de la prueba la tiene la Administración actuante que podrá considerar indicador relevante el nivel de ingresos. En cambio, tal criterio retributivo no es preciso cuando el propio sujeto afectado de forma expresa cuenta con alta voluntaria y conforme en otro régimen distinto, como es el RGSS, lo que encierra su admisión de que su labor es estable y habitual, y merecedora de protección social -ello sin perjuicio de que tal alta en el RGSS no sea la procedente, sino como es el caso, en el RETA-.
En suma, la superación del umbral del SMI percibido en el año natural es un indicador de habitualidad pero es irrelevante cuando la actividad desarrollada con ese carácter consta por actos propios concluyentes y por activa intervención ofreciendo sus servicios en el mercado.
La brecha de género en el ámbito laboral es también una realidad en el emprendimiento. Así lo atestiguan los datos publicados por el Ministerio de Trabajo a fecha de 31 de diciembre de 2019, que refrendan que en Huelva el 64,3% de los empresarios autónomos son varones, una cifra que dista mucho del 35,7% que representa el colectivo femenino.
Tras un análisis de los datos divulgados por el Ministerio de Trabajo, la Asociación de Mujeres Empresarias de Huelva concluye que “hay una leve mejoría, pero queda mucho camino por delante para encontrar el equilibrio entre géneros”. En este sentido, el problema radica, según su presidenta, Bella Carballo, en la “notable ausencia de emprendimiento” en la provincia, situación que se extrapola, por consiguiente, al colectivo femenino.
El bajo número de personas que se embarcan en la compleja aventura de ser autónomos viene dado por la falta de ventajas fiscales dirigidas al citado colectivo. En este sentido, Carballo resalta algunos obstáculos como la ausencia de bonificaciones en aquellas actividades de carácter estacional, una ley de autónomos que es “débil” en cuanto al cobro del paro se refiere o el sistema de pensiones, que difiere del que goza un empleado de una empresa o del sector público.
En relación a la mujer emprendedora, la institución onubense remarca que hay dos cuestiones que “respaldan que el número de mujeres autónomas sea menor”. La primera de ellas reside en la precaución de la misma, pues “cuando ella emprende, es porque está segura de que el negocio saldrá a flote”, si bien el varón no sopesa en demasía los futuribles resultados que podría deparar para el futuro su nuevo negocio.
Por otro lado, Bella Carballo incide en que “la mujer se mueve más por aquello que le gusta y motiva”. Sin embargo, el hombre “es más práctico y emprende en un sector que puede no atraerle en un principio”.Tales interpretaciones se presumen como “respuestas” a los datos que evidencian el porcentaje de autónomos en Huelva por sector y género. Así, el sector donde la diferencia es más desmesurada es el de la construcción, donde el colectivo masculino integra la práctica totalidad de personas autónomas (96,1%). A su vez, la proporción de mujeres emprendedoras es también muy reducida en industria (24,1%) y agricultura (28,3%), aunque el porcentaje entre géneros se hace más parejo en el sector de los servicios, donde las mujeres representan un 42,3%.
Desde la Asociación de Mujeres Empresarias la solución para que la balanza se nivele pasa por la Administración Pública, quien debe fomentar habilidades como “el liderazgo” y marcarse propósitos que promuevan “la inclusión de la mujer en todos los sectores”, con objeto de evidenciar que “tienen que dedicarse a lo que ellas quieran y no a lo que la sociedad ha tratado de delimitar”. De este modo, Bella Carballo llama al colectivo femenino a la “necesaria” introducción en áreas como las ingenierías o las relacionadas con la tecnología, donde “actualmente el número de mujeres es muy reducido, pero muy necesario”.
Los municipios de Lepe y Moguer ensayan las campanadas de Fin de Año empleando frutos rojos en vez de uvas en un acontecimiento que se está convirtiendo en tradición. Lucena del Puerto consumirá frambuesas la misma noche del 31 de diciembre para las campanadas a las puertas del Ayuntamiento. Todas las empresas de berries de la localidad donan sus productos para esta noche festiva y reivindicativa que lleva celebrándose desde hace 6 años. El objetivo, según el alcalde, Manuel Mora, es “fomentar el consumo de frutos rojos en una situación difícil, cuando estamos sufriendo ataques indiscriminados a la agricultura con el cierre de pozos“.
En la localidad moguereña la fiesta de ensayo de Fin de Año se celebra hoy a partir de las cinco de la tarde en la Plaza del Cabildo. Todo el casco histórico se llenará de moguereños y visitantes en un espectáculo amenizado por Vagalume Teatro. A las 18.30 horas la cooperativa Cuna de Platero repartirá berries de la suerte para tomarlas con las campanadas, que serán a partir de las 20.00 horas. Tras las campanadas, la orquesta La Tentación seguirá amenizando una fiesta que se vive con cada vez más expectación, según señalan desde el Ayuntamiento.
Andalucía ha superado, por primera vez en la historia, los 700 millones de euros en exportaciones de frutos rojos en el primer cuatrimestre de un año. Así, ha liderado las ventas nacionales al exterior en el periodo comprendido entre enero y abril de 2019 con 719 millones, lo que supone un incremento del 8,3% respecto al mismo periodo de 2018 y más de cuatro de cada cinco euros exportados por España (86%), según datos de Extenda-Agencia Andaluza de Promoción Exterior, entidad dependiente de la Consejería de la Presidencia, Administración Pública e Interior.
El último récord de ventas se registró en el primer cuatrimestre de 2017, cuando Andalucía exportó frutos rojos por valor de 692 millones de euros
La comunidad acumula un superávit comercial de 632 millones de euros en este periodo y registra una tasa de cobertura del 827%, lo que significa que las exportaciones multiplican por ocho a las importaciones.
Huelva es la responsable del 92% de las ventas andaluzas de frutos rojos al exterior, al acumular 662 millones de euros y registrar un incremento del 9,2% respecto al mismo periodo del año anterior. También registran ventas Sevilla, con 30 millones, el 4,2%; Cádiz, con 14,1 millones, al doblar su cifra respecto al mismo periodo del año anterior; Málaga, con 8,4 millones, que crece un 57%; y Almería, con 4,3 millones, que experimenta un ascenso del 9,1% en este periodo.
Más de la mitad de las exportaciones de frutos rojos corresponden a fresas frescas, en concreto, 384 millones de euros, el 53%, que experimentan un crecimiento del 7,2% respecto al primer cuatrimestre de 2018; seguidas de frambuesas frescas, que suman 203 millones de euros, el 28,3% del total y un alza del 11,9% en este periodo.
En tercer lugar se encuentran los arándanos frescos, con 75 millones de euros, el 10,4%, que aumentan sus ventas un 23,1%; y a continuación se encuentran los arándanos rojos frescos, con 42 millones de euros, el 5,8% del total.