En el año 2017, las empresas sufrieron la incertidumbre de sucesivos cambios en la interpretación, por parte de los tribunales de justicia, de las normas reguladoras de la obligación de llevar un registro horario de las horas de trabajo realizadas por sus empleados. Una primera sentencia de la Audiencia Nacional obligaba a una empresa a establecer un sistema de control de horarios efectivo tanto para trabajadores que realizan horas extraordinarias como para aquellos que no lo hacían. Ahora ya no hay duda: cada trabajador con su hoja de registro horario completita y al día, y si no, multazo al canto.

Los antecedentes: el registro horario a debate

Cierto que, posteriormente, una sentencia del Tribunal Supremo anulaba dicha medida. Pero aun con ello, el debate sobre la obligación de llevar un registro diario de la jornada no había acabado, ya que el Tribunal Supremo instó a realizar una reforma legislativa que clarificara la obligación de llevar un registro horario. De esta manera, se desautorizaba a la Inspección de Trabajo, que estaba calificando esta falta de registro de la jornada y las horas trabajadas como una falta grave.

Con la última reforma del Estatuto de los Trabajadores, del pasado 8 de marzo de 2019, se ha aprobado la obligación para todas las empresas de llevar un registro horario de las jornadas realizadas por todos sus trabajadores.

Registro y control de la jornada a través de medios electrónicos

La tecnología actual posibilita no solo un registro más exhaustivo de las jornadas de trabajo, sino un mayor control sobre los trabajadores y sobre la ejecución de sus tareas.

No solo se trata de realizar un seguimiento a través de GPS de la flota de vehículos de nuestra empresa para facilitar la coordinación, sino que se están empezando a implantar estos mismos controles directamente a los propios empleados. Este es el caso de Amazon en sus centros logísticos de Estados Unidos, donde disponen de una patente para que a través de un brazalete se detecte el movimiento de las manos del empleado en todo momento. También tienen otra patente que podría hacer vibrar la pulsera cuando se envía una nueva tarea al trabajador. Lo cierto es que en ambas queda claro que tienen la posibilidad de ver cuando un empleado ha bajado el ritmo de trabajo.

Aunque el empresario se vea ahora obligado a adoptar las medidas necesarias para el cumplimiento de sus nuevas obligaciones de vigilancia y control del cumplimiento de las jornadas laborales, los controles nunca deben sobrepasar ciertos límites que tienen que ver con su intimidad y dignidad.

Antes de implantar este tipo de controles, la legislación española indica que es necesario trasladarla al comité de empresa, que debe emitir un informe al respecto y que podría denunciar dichas prácticas ante Inspección de Trabajo si las considera abusivas.

 Obligaciones de las empresas

Hasta ahora, solo en el caso de los empleados a tiempo parcial la empresa debía registrar el cómputo total de horas ordinarias por mes y entregar una copia del resumen al trabajador, junto con el recibo de salarios.

Con la aprobación del reciente Real Decreto Ley, que modifica el Estatuto de los Trabajadores, la obligación del registro de jornada se extiende a los empleados a tiempo completo y por tanto a todos los empleados. Así, el nuevo registro diario de deberá incluir el inicio y finalización de la jornada, sin perjuicio de la flexibilidad horaria.

Las empresas deberán conservar los registros durante cuatro años y deberán permanecer a disposición de los trabajadores, sindicatos y de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social.

Aplicación del control de horarios

La jornada de los trabajadores a tiempo parcial ya se debía venir registrando día a día y totalizándose mensualmente. El empresario debía entregar una copia al trabajador junto con la nómina. En dicha copia deben constar las horas realizadas en cada mes, tanto las ordinarias como las complementarias. Ahora, es también la jornada del resto de los trabajadores con jornadas a tiempo completo las que deben quedar registradas, día a día y con reseña específica de la hora de entrada y salida.

Con todo ello, invertir en una aplicación centrada en el control de horarios podría llegar a ser, más allá de un nuevo gasto, la mejor inversión para ahorrar dinero (y sobre todo tiempo) en la gestión laboral y de los Recursos Humanos de tu negocio.